María de la Luz Mejías Correa

María de la Luz Mejías Correa (Badajoz, 1916), es una milician extremaña, cuya vida, marcada por la lucha por la supervivencia, atraviesa todo el siglo XX y, con ella, las transformaciones de España. Viva, rebelde y sedienta de justicia, la joven se lanza casi adolescente a trabajar en casas de buenas familias de Badajoz y en un hospital como forma de sustento y a la vez de liberación de su situación familiar. Con la República, ella, su novio y su entorno, asalariados y jornaleros del campo, ven llegar un soplo de esperanza, la promesa de un reparto más justo entre las fuerzas del trabajo y el capital. Miembro de base de las Juventudes Socialistas Unificadas y sin un perfil político acusado, el golpe de Estado de 1936 la empuja a unirse a las milicias populares. Marcados como rojos por los vecinos, sin recursos materiales ni mentales para plantearse el exilio, se ve forzada a enrolarse en la milicia. Sus experiencias vitales fueron recogidas por su nieto Manuel Pulido Mendoza, en el libro Así fue pasando el tiempo, publicado por Renacimiento en 2006.