El autor de este volumen de ensayos parte de una tesis muy simple, aunque de compleja apariencia. La poesía, el delicado entramado que resume esa palabra, es y ha sido uno de los grandes enigmas de todo tiempo y lugar. A veces vinculada a la magia o a la religión pero también al arte o a la filosofía primera o trascendental. Cultivada o reconocida en ocasiones por pueblos enteros y en otras por apenas pequeños grupos y exiguas minorías de fanáticos lectores, autores y devotos, es difícil pronunciarse acerca de las virtudes que este extraño «conector» o «facilitador» pueda ofrecer a la infinitesimal vida diaria. Y aunque la poesía, en su materialidad, no es siempre, ni ha sido, verso o texto, oral o escrito, lo cierto es que no deja de ser extraña la insistencia que halla ese fenómeno en vehicularse y ahormarse en ese diminuto y alargado traje, ya sea en vertical o en horizontal, según se decline en Oriente o en Occidente. Este libro aborda alguna de estas cuestiones, colateralmente, buscando más el abundamiento o la constatación que la resolución de los enigmas.