Susana Benet era, hasta ahora, uno de los pocos nombres imprescindibles de la poesía española contemporánea. El haiku, la universal estrofa japonesa, tan cercano a nuestra «soleá» y tan de moda entre los poetas del momento, tiene en ella la más certera y reconocida cultivadora. Los catorce relatos de Espejismo, su primer libro no estrictamente poético, nos revelan, nos confirman que Susana Benet es también una de las más discretas y formidables escritoras de la hora actual. El arte narrativo de Espejismo parece beber de la realidad, incluso de lo autobiográfico (como el de Katherine Mansfield o Dorothy Parker, dos espíritus afines) para crear historias en las que destaca, de especial manera, el vigor y sutileza de la mirada de la autora. Una mirada, casualmente ingenua, en la que cabe tanto el humor como la ironía o la ternura. Una mirada, un punto de vista desde el que acceder a la realidad, no demasiado distante de esa mirada o clic fotográfico que es, de algún modo, el haiku. A.L.